
El ejercicio de esta casilla es muy fácil y placentero.
Te vas a dar tres masajes al día para ti, para tu disfrute.
Vas a levantarte y lo primero que vas a hacer por la mañana, con un aceite o crema hidratante, es darte un masaje en la cara, despacio, suave. Vas a imaginarte a ti misma/o de bebé, pequeñita/o, recién nacida/o. Con ese cariño vas a tratar tu frente, tus pómulos, tus labios y te vas a dar un masaje lento, suave y con mucha ternura.
Al medio día lo que vas acariciar van a ser tus manos. Toma un aceite o crema y masajea la palma de tus manos, los deditos…
Y el tercer masaje será a la noche y serán tus pies los que reciban ese masaje tierno, suave y delicado con mucho aceite. Hidrátate bien y disfruta.
Si tuvieses la fortuna de que alguno de esos masajes te los pudiese hacer otra persona, sería maravilloso. No desaproveches la ocasión.
Eso es lo que vamos hacer en la casilla 4 aprender a disfrutar.
Te espero en la próxima casilla.